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CORPUS CHRISTI. EL ARTE EFÍMERO

Nos dejó escrito Horacio: “He levantado un monumento más perenne que el bronce y más lato que la regia construcción de las pirámides…” (Horacio. Odas, 3, 30): Este concepto que refleja el texto es el mismo que se ha aplicado durante mucho tiempo para determinar lo que era arte. Por un lado, debía ser perdurable y por otro, servía como recordatorio y para dar testimonio de algo que había acontecido. Al mismo tiempo, además de mantener esta noción, durante muchos siglos se ha clasificado el arte dividiéndolo de manera simplista, en arquitectura, escultura, pintura y artes decorativas. Pero a partir del s. XX se añaden otros muchos aspectos que han enriquecido el concepto de arte, entre ellos el de arte efímero.

Así, frente a la consideración como obras de arte a aquellas que pueden ser conservadas, coleccionadas y museadas, surgen otras, muchas veces presentes en los ritos festivos, efímeras y no museables, pero que son también objetos o fenómenos artísticos.

Tradicionalmente se ha considerado arte efímero a las expresiones plásticas que han realizado los pueblos ante acontecimientos concretos: visitas reales, triunfos de los ejércitos en batallas, etc., en las que se levantaban determinados monumentos o esculturas, construcciones con las que se pretendía reproducir la Roma Imperial como símbolo de poder. Se confeccionaban con materiales perecederos y se destruían una vez terminado el evento para el que habían sido creadas.

Pero además de estas celebraciones esporádicas había, y hay, otras que se repiten cíclicamente a lo largo del año. Son las fiestas en las que también muchas veces se crean obras de arte cuya durabilidad es igualmente efímera. Son componentes importantes en esas fiestas, pero también concebidas para un momento en concreto, a veces sólo unas horas, que se crean para ser destruidas aún cuando su elaboración ocupe muchas horas de trabajo y gran despliegue de creatividad por parte de sus artífices. Las fiestas se producen en un espacio físIco concreto, que en estos momentos se convierte en un lugar simbólico donde se desarrollan los diferentes ritos y en donde los elementos plásticos efímeros adquieren especial importancia.

En la fiesta se rompe con el ritmo normal de la vida y esta característica implica que también se deba transformar el espacio donde ésta se desarrolla, mediante una serie de elementos que indiquen que se está realizando una serie de elementos que indiquen que se está realizando algo distinto de la actividad cotidiana y normal. Pero al ser la fiesta limitada en el tiempo, las obras de arte que se realizan para esta ocasión deberán ser efímeras. Consideraremos, pues, como arte efímero en las fiestas, no tanto la realización de objetos con materiales perecederos, como la celebración de prácticas limitadas en el tiempo, a veces muy escaso, que dan cuenta de algo sagrado o especial mediante creaciones que conllevan variaciones en el tiempo cotidiano.

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Una de las fiestas en la que adquiere especial protagonismo el arte efímero creado por los vecinos es sin duda la celebración del Corpus Christi. Es imprescindible en esta ocasión el engalanamiento de las calles por donde transcurre la procesión con flores y plantas aromáticas, el cubrir los balcones con tapices, colchas, etc., la instalación de altares a las puertas de las casas o en las calles en donde la procesión parará, tirar pétalos de rosas desde los balcones al paso de la Custodia, así como lo hacen los niños de primera comunión que van en el recorrido procesional, y en muchas localidades también existe la costumbre de alfombrar las calles con diferentes materiales.

Con motivo de esta celebración se está haciendo cada vez más habitual, aunque para esta costumbre en muchos de los pueblos que nos ocupan es relativamente reciente, el confeccionar en las calles por donde pasará la Custodia durante la procesión, enormes y bellas alfombras elaboradas con flores, serrín, cáscaras de huevos, etc. que forman diversos dibujos, muchas veces motivos religiosos, y que evidentemente terminarán destrozadas por las pisadas de todos los asistentes a la procesión.

La elaboración de estas alfombras se realiza de forma comunal, bien por familias, bien por un grupo de vecinos de una calle o barrio. Primero se diseña un boceto y durante la noche anterior a la festividad se confeccionan, cuidándolas hasta el momento de la procesión para evitar que se deterioren.

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En Motilla del Palancar (CU) la primera confección de alfombras para esta fecha fue hace unos quince años, costumbre que empezó realizando un grupo de vecinos, elaborando una con hojas y flores, ya la costumbre actualmente se ha ampliado a varias calles, haciéndolas también con serrín teñido.

Texto extraído del libro LAS FIESTAS POPULARES DE CASTILLA-LA MANCHA: RITUALES DESTACADOS de Consolación González Casarrubios (coordinadora). Editado en Toledo, por la Consejería de Cultura en 2004


Hualde Pascual, Carmen.
   Las fiestas populares de Castilla-La Mancha : rituales destacados / Consolación González Casarrubios (coordinadora) ; [textos, Carmen Hualde Pascual, Arantxa Ormazábal Hernáiz, Consolación González Casarrubios].  —  [Toledo] : Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, [2004] 
   513 p. : il. col. ; 25 cm. — (Patrimonio histórico de Castilla-La Mancha ; 19)

   Bibliografía: p. 502-513.
      D.L. AB 397-2004 
   ISBN 84-7788-340-8

Fiestas-Castilla-La Mancha  (+).
Ormazabal Hernáiz, Arantxa .
González Casarrubios, Consolación.

398.332(460.28)

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